En la capital de Guayana, a diez y siete de febrero de mil ochocientos diez nueve. En sesión ordinaria del Soberano Congreso se dio cuenta del oficio del capitán general Simón Bolívar, presidente interino de la República, en que suplica se le admita la renuncia que hace de este encargo; y habiéndose abierto la discusión sobre si era o no admisible la renuncia, se propuso por algunos señores Diputados se tratase y sancionase antes como cuestión pre. liminar, cuál era la duración de la Presidencia y Vicepresidencia de la República para que habían sido nombrados en la sesión de ayer el Excelentísimo señor capitán general Simón Bolívar y el señor diputado Francisco Antonio Zea. Se propuso también que siendo el primer deber del Cuerpo de Repre. sentantes constituir y nombrar los supremos Poderes Ejecutivo y Judicial, se procediese a ello inmediatamente, y que resultando electo para el primero el
expresado Capitán General, no se le admitiese
la renuncia caso de reiterarla; ydespués de debatidas estas y las demás mociones que se hicieron,
sancionó el Soberano Congreso: que el nombramiento de
Presidente de la República hecho en Su
Excelencia el capitán general Simón Bolívar y de Vicepresidente en el
señor diputado Francisco Zea durase hasta que formada, presentada y sancionada por los pueblos la Constitución de la
República, se hiciese nuevo nombramiento
constitucionalmente. Que con la misma duración se procediese a nombrar el Supremo Poder Judicial, y
que antes de participar esta deliberación
al señor Presidente se le invitase por medio de Diputación a una conferencia en
el mismo Congreso. Verificada ésta, Su Excelencia reiteró su renuncia apoyándola en varias razones; y los
discursos de los señores Diputados
se dirigieron a demostrar la necesidad de que admitiese el destino a que la República1 llamaba a su Excelencia en circunstancias en que más que nunca necesitaba de sus interesantes servicios.
Prestó en fin su obediencia; juró ante el Soberano Congreso el
religioso cumplimiento de sus altos deberes,
y pidió se le detallasen las facultades de su poder. En consecuencia fueron encargados los señores diputados
Roscio, Palacio y Peñalver para que formasen y presentasen en la inmediata
sesión el reglamento provisional para la Presidencia de la República.
Que se ordene a Su Excelencia el Presidente de
la República haga publicar el establecimiento del Supremo Poder Ejecutivo; que reciba
reconocimiento y juramento de todas las
autoridades civiles, militares y eclesiásticas, y que disponga salvas e iluminaciones públicas.
Que no habiéndose nombrado todavía persona que
desempeñe la Secretaría
del Congreso, se procediese a su nombramiento, que podría recaer en sujeto de dentro o fuera del Cuerpo; y
verificado, recayó la elección por pluralidad
en el ciudadano Miguel Zárraga, con lo cual se terminó la sesión de este
día.
Simón Bolívar — Zea
El diputado secretario interino, Diego Bautista Urbaneja
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